Si ya has leído MIENTES TAN BIEN y te apetece conocer algunas curiosidades de su proceso de creación, mensajes que he querido transmitir o los detalles que se esconden entre bambalinas... espero que disfrutes esta entrada.
Si no has leído la novela, mejor no sigas porque tooodo son spoilers.
SPOILERS
SPOILERS
SPOILERS
LA AMBIENTACIÓN
He recibido muchos mensajes en los que me preguntábais por Artigas. La aldea que describo en la historia solo existe en mi cabeza, AUNQUE está muy inspirada en una aldea real de la provincia de Castellón: Arteas de Abajo. Una GRANDÍSIMA AMIGA mía tiene la suerte de tener una casita allí, así que conozco la zona y me enamoré de ella. Tiene unas rutas de senderismo increíbles. Apenas son dos calles de silencio y piedras entre las que resulta difícil encontrar cobertura; la chopera que conduce a las primeras casas es un pedacito de mundo intacto en el que perderse y dejar colarse el sol dibujando las sombras de hojas en el suelo... y allí fue donde me imaginé una hamaca suspendida entre árboles y mucha lectura.Me hechiza el turismo rural. En las escapadas con mi chico siempre intentamos hacer peajes (que en ocasiones duran varios días) para disfrutar de aldeas y pueblecitos escondidos y casi olvidados: Robledillo de Gata (en Cáceres), Culla (en Castellón), Mota de Cuervo (en Cuenca), Calaceite (en Teruel) y un laaargo etcétera que os recomiendo y cuyos detalles intenté incorporar.
Perderse en estos entornos consigue conectarme con verdades que el ajetreo de mi vida a veces no me deja ver. Esta fue otra idea que inspiró la historia 💭.
Y quise dar voz a estas aldeas que los turistas vemos a través de nuestros ojos bucólicos y románticos, pero que en realidad están sufriendo el olvido de las adminsitraciones, quedándose sin recursos y sufriendo una muerte acelerada e injusta, ya que si contaran con más ayudas podrían salvarse. Mi diminuta contribución a la causa.
Así que no fue difícil ubicarme en Artigas y enamorarme perdidamente de ella.
DOS HISTORIAS Y DOS MANUCRITOS
Empecé a escribir esta historia tras el verano pasado, y la finalicé pocos meses después. Cuando la acabé tuve un sentimiento contradictorio: estaba satisfecha porque cumplía los objetivos que me había planteado, pero tenía la sensación de que mientras la escribía, en mi cabeza los personajes y sus tramas habían evolucionado y requerían otro tono distinto... y ese primer manuscrito no lo transmitía.Así que decidí darles otra oportunidad a los personajes, con más peso de la subtrama y un tono más íntimo.
Y el resultado es el que habéis leído...
Ha sido una locura para mí empezar de nuevo este proyecto (en mi cabeza había un barullo de dudas: ¿esto ya lo he contado en este manuscrito? ¿Lo conté en el primero pero no en el segundo?) pero si os soy sincera, creo que la primera vez que la creé no saqué tanto de mí como la segunda vez, que he sangrado y he amado escribiendo como nunca antes.
Vuelvo a destacar la ayuda de Érika Gael, que me acompañó en el segundo manuscrito y sin cuya ayuda MTB no hubiera resultado igual, ni su proceso de escritura tan divertido y consciente 💓.
EL TÍTULO y LAS MENTIRAS
Tuve claro el título desde antes de empezar a escribirla (en ambos manuscritos). Y esta vez rezaba para no cambiarlo porque estoy enamorada de él...
La temática de las mentiras para mí tiene un mensaje encubierto: todos castigamos y criticamos la mentira, y todos sin excepción hacemos uso de ella. Por miedo, por desconfianza, por omisión, por librarnos de alguna consecuencia, por disonancias cognitivas... No pretendo elogiar el uso de mentiras (las hay muy dañinas) pero sí analizarlo desde ese doble rasero que mostramos hacia ella.
Quería, además, que al inicio pareciese que la mentira giraba alrededor de Tessa, de ese empeño en querer mentirse... cuando en realidad, se trata de una mentira por omisión del pasado de Matías.
La temática de las mentiras para mí tiene un mensaje encubierto: todos castigamos y criticamos la mentira, y todos sin excepción hacemos uso de ella. Por miedo, por desconfianza, por omisión, por librarnos de alguna consecuencia, por disonancias cognitivas... No pretendo elogiar el uso de mentiras (las hay muy dañinas) pero sí analizarlo desde ese doble rasero que mostramos hacia ella.
Quería, además, que al inicio pareciese que la mentira giraba alrededor de Tessa, de ese empeño en querer mentirse... cuando en realidad, se trata de una mentira por omisión del pasado de Matías.
LA PORTADA y LAS ILUSTRACIONES
Cuando contacté con la ilustradora y empezamos a hablar de opciones para la portada, surgió la idea de incorporar unas imágenes interiores. No estaba para nada previsto, pero me entusiasmó poder dar ese plus a los lectores y afrontar de esa manera un nuevo reto.
No imaginaba que suponía también tantas horas de dedicación: pensar el tipo de imágenes que mejor reflejaban determinados momentos, elegir cada uno de los detalles, transmitir a la profesional encargada la idea, acompañar a la ilustradora en el proceso para perfilar los detalles de manera que enlazaran bien con el carácter de los protagonistas y el tono de la novela...UNA AUTÉNTICA LOCURA.
Alba Saénz fue la encargada de dar forma a esas ideas, y lo hizo siguiendo al pie de la letra cada una de mis ideas y bocetos que le iba proporcionando; así que después de un trabajo muy duro por parte de ambas, he quedado encantada con el resultado. ¿Vosotros también?
Cuando en mi cabeza nació Matías, lo hizo ya como actor de teatro, y fue la explosión de inspiración que me permitió atar el resto de detalles de una trama que hacía tiempo rondaba en mi cabeza.
Releí mucho teatro durante el proceso de escritura de MTB, es una lástima que muchas de las obras no estén presentes porque las citas no eran coherentes con la historia y los capítulos. ¡Pero prometo otra entrada con esa lista de imprescindibles!
He leído en alguna reseña del libro que MTB es un homenaje al teatro clásico. Y me alegro que haya quedado patente. También a Lorca (¡¡ponerle Fede al hijo de Matías y Tessa era casi una obligación!!, jeje). Y acabar con un epílogo en forma de obra teatral, una idea que me encandiló desde el inicio.
LOS GUIÑOS Y GESTOS SIMBÓLICOS
Si habéis leído "Nuestros mejores momentos" imagino que detectaríais el guiño que hice con los post-its de Tessa, dando a entender que es ella su autora💛. Me hizo ilusión que ambas novelas estuvieran conectadas de algún modo...
El repaso a modo de diario de Matías fue un recurso para mostrar un poco de esa brecha cultural, resumir y entretener, que espero os haya gustado: ¡cómo me reía intentando escribirlo entre tanto autóctono!
Y por último, como gesto simbólico, quise publicar la novela la semana del 25 de noviembre (DÍA INTERNACIONAL CONTRA LA VIOLENCIA DE GÉNERO).
Matías fue el primero en llegar a mi cabeza. Con ese descaro, con sus versos,... me inundó. Se comía las escenas. Tessa fue la segunda en aparecer: ella tenía que estar a la altura del chico de sonrisa turbia, ser una "oponente" digna.
Sabía que Sonia me ayudaría a contar algunas partes de su historia, lo que fue totalmente inesperado es que Rodrigo me calase tanto que también tuviera que tener su espacio: aquí nació la idea de la tercera persona para ambos.
Luis estuvo presente en mi cabeza desde el inicio. En torno a él giraba una parte importante de la trama, porque así sucede en los casos reales de violencia de género en los que hay hijos.
Ben... Ben es otro de esos personajes que llevaré siempre conmigo. Empecé pensando que tenía que "cuidarle" mucho, y me demostró, escena a escena, que podía cuidar de sí mismo. Que se ganaría el corazón de los lectores sin mi ayuda.
Pero especialmente, a través de ellos QUERÍA DAR VOZ A LOS COLECTIVOS MÁS VULNERABLES.
Ben representa uno de ellos. Y en la novela grita de muchas maneras que no es discapacitado, porque es capaz de muchas cosas. Como de querer a sus amigos con esa entrega. De trabajar si le dan la oportunidad. De evolucionar. De estar incluído en la sociedad con sus potencialidades y sus vulnerabilidades, que de esas tenemos todos. (Por eso uso el término diversidad funcional, que hace énfasis en la diversidad; y no utilizo discapacidad, que se centra en la falta de capacidad en algunos aspectos).
Sonia y su situación representan ese problema de salud que se expande en nuestra sociedad. Tan maltratadas las mujeres que lo sufren por sus parejas como en ocasiones, por la sociedad. Que no entiende. Que culpa. Que no prioriza las ayudas. Que no educa. Que transmite (a través de la publicidad, los micromachismos, y los mecanismos de poder) que el amor va ligado a celos, y a control, y que las masculinidades violentas son atractivas. Quería destapar, además, la situación tan delicada que viven muchas de ellas por culpa de leyes injustas.
Pero entonces llega Rodrigo. Un perfil de masculinidad distinta. Que escucha. Que espera. Que habla con sus actos. Que es también vulnerable, y que sin embargo, evoluciona y permite evolucionar.
Y Luis... el pequeño. Que representa todos esos críos que sufren de cualquier modo las consecuencias de la violencia de género, y cuya situación suele olvidarse. Que representa, también, a cualquier niño con cualquier vulnerabilidad. Pero que sin embargo, es capaz de tanta ternura y arte (al final de la historia).
Tessa representa la fuerza. A esas mujeres que por algún motivo, han hecho de la lucha su modo de vida. A esas que son tachadas de problemáticas y conflictivas (y que si fueran hombres serían llamadas valientes). A esas personas que cargan con las batallas propias y las ajenas. Que son políticamente incorrectas, y que no les importa, y así generan cambios. Bajo cuya coraza, uno siempre querría quedarse a vivir. A amar.
Y allí se queda Matías. Que representa otro tipo distinto de masculinidad. Que sabe entregarse. Que grita que el amor sano no tiene que ser aburrido. Que los hombres pueden ser los románticos, los artísticos, los tiernos, los desmedidos. Que se equivoca, sí, pero que también acierta muchísimo.
Y todo el ecosistema de personajes quiere ser un homenaje al amor fraternal, al amor en la amistad, al amor entre tías y sobrinos, al amor entre algunos vecinos que llegan a ser familia, al amor entre cuñados... al amor que nos salva día a día de las mentiras.
Alba Saénz fue la encargada de dar forma a esas ideas, y lo hizo siguiendo al pie de la letra cada una de mis ideas y bocetos que le iba proporcionando; así que después de un trabajo muy duro por parte de ambas, he quedado encantada con el resultado. ¿Vosotros también?
EL TEATRO
Otro de mis amores. Ir al teatro. Leerlo. Rebuscar versos entre los libros amarillentos de teatro clásico. Admirar a Lorca, y a Fernández de Moratín, y a Calderon de la Barca y a una larguísima lista de genios. Pero mi preferido es Lorca, ¿se ha notado ;) ?Cuando en mi cabeza nació Matías, lo hizo ya como actor de teatro, y fue la explosión de inspiración que me permitió atar el resto de detalles de una trama que hacía tiempo rondaba en mi cabeza.
Releí mucho teatro durante el proceso de escritura de MTB, es una lástima que muchas de las obras no estén presentes porque las citas no eran coherentes con la historia y los capítulos. ¡Pero prometo otra entrada con esa lista de imprescindibles!
He leído en alguna reseña del libro que MTB es un homenaje al teatro clásico. Y me alegro que haya quedado patente. También a Lorca (¡¡ponerle Fede al hijo de Matías y Tessa era casi una obligación!!, jeje). Y acabar con un epílogo en forma de obra teatral, una idea que me encandiló desde el inicio.
LOS GUIÑOS Y GESTOS SIMBÓLICOS
Si habéis leído "Nuestros mejores momentos" imagino que detectaríais el guiño que hice con los post-its de Tessa, dando a entender que es ella su autora💛. Me hizo ilusión que ambas novelas estuvieran conectadas de algún modo...El repaso a modo de diario de Matías fue un recurso para mostrar un poco de esa brecha cultural, resumir y entretener, que espero os haya gustado: ¡cómo me reía intentando escribirlo entre tanto autóctono!
Y por último, como gesto simbólico, quise publicar la novela la semana del 25 de noviembre (DÍA INTERNACIONAL CONTRA LA VIOLENCIA DE GÉNERO).
LOS PERSONAJES Y LOS DISTINTOS TIPOS DE AMOR
También quería que la novela fuera un homenaje a los personajes humanos. Imperfectos. Reales. Distintos.Matías fue el primero en llegar a mi cabeza. Con ese descaro, con sus versos,... me inundó. Se comía las escenas. Tessa fue la segunda en aparecer: ella tenía que estar a la altura del chico de sonrisa turbia, ser una "oponente" digna.
Sabía que Sonia me ayudaría a contar algunas partes de su historia, lo que fue totalmente inesperado es que Rodrigo me calase tanto que también tuviera que tener su espacio: aquí nació la idea de la tercera persona para ambos.
Luis estuvo presente en mi cabeza desde el inicio. En torno a él giraba una parte importante de la trama, porque así sucede en los casos reales de violencia de género en los que hay hijos.
Ben... Ben es otro de esos personajes que llevaré siempre conmigo. Empecé pensando que tenía que "cuidarle" mucho, y me demostró, escena a escena, que podía cuidar de sí mismo. Que se ganaría el corazón de los lectores sin mi ayuda.
Pero especialmente, a través de ellos QUERÍA DAR VOZ A LOS COLECTIVOS MÁS VULNERABLES.
Ben representa uno de ellos. Y en la novela grita de muchas maneras que no es discapacitado, porque es capaz de muchas cosas. Como de querer a sus amigos con esa entrega. De trabajar si le dan la oportunidad. De evolucionar. De estar incluído en la sociedad con sus potencialidades y sus vulnerabilidades, que de esas tenemos todos. (Por eso uso el término diversidad funcional, que hace énfasis en la diversidad; y no utilizo discapacidad, que se centra en la falta de capacidad en algunos aspectos).
Sonia y su situación representan ese problema de salud que se expande en nuestra sociedad. Tan maltratadas las mujeres que lo sufren por sus parejas como en ocasiones, por la sociedad. Que no entiende. Que culpa. Que no prioriza las ayudas. Que no educa. Que transmite (a través de la publicidad, los micromachismos, y los mecanismos de poder) que el amor va ligado a celos, y a control, y que las masculinidades violentas son atractivas. Quería destapar, además, la situación tan delicada que viven muchas de ellas por culpa de leyes injustas.
Pero entonces llega Rodrigo. Un perfil de masculinidad distinta. Que escucha. Que espera. Que habla con sus actos. Que es también vulnerable, y que sin embargo, evoluciona y permite evolucionar.
Y Luis... el pequeño. Que representa todos esos críos que sufren de cualquier modo las consecuencias de la violencia de género, y cuya situación suele olvidarse. Que representa, también, a cualquier niño con cualquier vulnerabilidad. Pero que sin embargo, es capaz de tanta ternura y arte (al final de la historia).
Tessa representa la fuerza. A esas mujeres que por algún motivo, han hecho de la lucha su modo de vida. A esas que son tachadas de problemáticas y conflictivas (y que si fueran hombres serían llamadas valientes). A esas personas que cargan con las batallas propias y las ajenas. Que son políticamente incorrectas, y que no les importa, y así generan cambios. Bajo cuya coraza, uno siempre querría quedarse a vivir. A amar.
Y allí se queda Matías. Que representa otro tipo distinto de masculinidad. Que sabe entregarse. Que grita que el amor sano no tiene que ser aburrido. Que los hombres pueden ser los románticos, los artísticos, los tiernos, los desmedidos. Que se equivoca, sí, pero que también acierta muchísimo.
Y todo el ecosistema de personajes quiere ser un homenaje al amor fraternal, al amor en la amistad, al amor entre tías y sobrinos, al amor entre algunos vecinos que llegan a ser familia, al amor entre cuñados... al amor que nos salva día a día de las mentiras.
¿Os gustaron los mensajes implícitos? ¿Y las ilustraciones? ¿Cuál es vuestro personaje preferido?
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