¿Podré escribir todas las ideas que tengo en la cabeza? ¿Seré capaz de hilar una historia convincente? ¿Es una locura que me ponga a escribir después de tanto tiempo? ¿Es un argumento atractivo?
Y entonces varias voces amigas: Hazlo. Inténtalo. Creemos en tí. Puedes.
Así nació el primer empujón de NMM.
Hace unos años tuve una época difícil, estresante, de desilusión. No me concentraba leyendo los libros que solían atraparme: novela histórica, ensayo sobre psicología y novela negra, esencialmente. Empecé con las novelas de humor (si me animo algún día os recomendaré algunas) pero como mi estado anímico no era el más adecuado para ello, también las abandoné.
Apareció entonces mi hermana, gran lectora romántica, y me recomendó algunos de los suyos: "frescos, amenos, divertidos...", me dijo. Y así empezó un sueño.
Empecé a conocer autoras y más autoras. Historias y más historias. El género y sus subgéneros. La literatura romántica con todos sus matices. Con sus obras estandarte y las más escondidas. Con las que gustan a todos y las que gustan a unos pocos.
En esa misma época, apareció en mi cabeza el argumento de NMM.
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La ilustración que le pedí a Mr. Paciente...supongo que entendéis el nombre de mi chico ;p |
Empezó una ilusión.
Más tarde, cuando ya estaba decicida a escribirlo, le comenté el argumento a mi amiga AB, tomando unas cervezas en una terraza. Ella también me animó. Así como mis amigas MF (que incluso me fue pidiendo los capítulos para ir leyendo) y LV. Y Después a M, C, M...
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"Venga Audrey, estámpate. Y nosotr@s contigo" |
Es una gran suerte tener a personas cerca que creen en mí. Mis "creadores de aliento".
Porque podrían haberse reído, haberme desanimado, haber enumerado lo difícil que es para una persona que lleva tanto tiempo sin escribir ponerse directamente con una novela larga, comentar lo mal que está el mundo editorial, o las regalías, la dificultad para vender en un mercado con tanta oferta... pero si lo pensaron, lo callaron, y tod@s me dieron alas.
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